¿Ya no es lo mismo de antes? ¿Ya no tenéis citas? ¿No tenéis la misma pasión? ¿Te preguntas dónde quedó esa magia? ¿Las discusiones son frecuentes o ni siquiera os hacéis mucho caso? No temas, todo esto tiene solución.
Las relaciones evolucionan
En las relaciones amorosas se pasan por distintas fases. Al principio todo es pasión, somos fuego, no nos queremos separar de la otra persona, le damos todo, estamos agradecidos y alabamos cualquier detalle que tenga para nosotros. Según pasa el tiempo, esa fogata pasa a ser brasas, es decir, dan un aire cálido a la relación, pero no es tan intenso. Sin embargo, si nos descuidamos, acaban convirtiéndose en cenizas. En este punto de la relación nos podemos hasta agobiar o hartar de estar tanto tiempo juntos, nos aburrimos, nos acomodamos, ya no nos esforzamos como antes, los pequeños detalles ya se dan por hecho y pasan desapercibidos, aparecen las rutinas, las obligaciones, y estamos “a la que salta”. Esta evolución no pasa de la noche a la mañana, sucede poco a poco, y se da porque dejamos de cuidar la relación. Cada vez nos sentimos más desencantados, nos replanteamos la relación, no estamos satisfechos. Pero no te preocupes, hemos dicho que tiene solución.
¿Cómo recuperar la magia?
Antes de empezar, debemos conocer que algunas de las características de una relación satisfactoria son la reciprocidad, los intercambios positivos y una buena comunicación. Basándonos en ellas, vamos a plantear algunos ejercicios que pueden veniros realmente bien para reconectar con nuestra pareja.
1 – Autocuidados
Aunque puede parecer contradictorio, debes saber que para que la relación funcione, no debes descuidarte. Dedícate tiempo, mímate y consiéntete. Cuando estamos bien con nosotros mismos, desprendemos una energía más positiva. Para esto, una buena opción puede ser tener a mano una lista de cosas que te hagan sentir un poquito mejor, cosas que puedas darte y hacer de ti para ti: un baño relajante, dar un paseo, escuchar música, ordenar tus cosas, sesión de spa, comprarte algo bonito…
2 – Actividades recreativas en pareja
El tiempo de calidad es súper importante. No basta con vernos un rato, o cruzarnos por casa si vivimos juntos, hay que dedicarse tiempo y esfuerzo el uno al otro y a la relación. Como posiblemente ahora mismo os falten momentos de risas y diversión, os propongo lo siguiente: cada uno escribid una lista de actividades lúdicas que os gustaría practicar juntos. Al terminar, se cruzan las listas y se escogen las que coincidan o sean complementarias. Una vez decididas las actividades que vais llevar a cabo, se planifican (se pone día, hora, se anota en la agenda…). Un detalle importante es que lo hagáis con ganas, por ejemplo, si escogéis ir a cenar a ese restaurante nuevo que teníais tantas ganas de ir, preparaos para la ocasión, incluso no os veáis ni habléis hasta la hora de la cita, como “al principio”.
3 – Darse cuenta de la reciprocidad
Cuando las cosas bonitas se dan por hecho y sólo se señala lo que está mal, claro, cualquiera se cansa de ser detallista y romántico. Cambiemos el foco: “es de buen nacido ser agradecido”. Señala y agradece todas las conductas gratificantes que detectes de parte de tu pareja, así conseguimos focalizarnos en lo positivo que tenemos en la relación o prestamos más atención a esos detalles que pasamos por alto.
4 – A llenarse de amor
Escoged un día cada uno donde agasajéis a vuestra pareja de forma especial. No sólo un regalo, un ramo o preparar su comida favorita, se trata de darlo todo, darle un día de ensueño: desde el desayuno en la cama hasta ver juntos las estrellas.
5 – La caja de las sorpresas
Para combinar con lo anterior, otra idea es que, en una caja, bote o cualquier recipiente, vayáis introduciendo papeletas (de diferente color cada miembro) anotando las demandas que os gustaría recibir (tener un baño preparado con velas, un plan sorpresa el fin de semana, ese plan que hacíais al principio de la relación y con el que lo pasabais tan bien…). La idea es que haya mínimo 5 papeletas de cada color, por lo que hay que ir alimentando constantemente la caja para que no baje de 5. Cuando un miembro desee agradar al otro, solo tendrá que ir a la caja, coger una papeleta, llevarla a cabo y tener la tranquilidad de que “alcanzará el éxito”.
6 – Recordando buenos momentos
En muchas ocasiones, cuando la relación atraviesa un conflicto, tendemos a olvidar aquello que nos unió. Por eso un buen ejercicio es que creéis juntos un álbum de recuerdos, una caja con “souvenirs” de buenos momentos… Lo que se os ocurra para plasmar las bonitas experiencias que habéis vivido juntos y que sea símbolo entrañable que os recuerde por qué estáis juntos.
Advertencia
Estos ejercicios se deben llevar a cabo durante semanas para que se integren, calen y funcionen. Al principio puede que te cueste sacar tiempo, que te parezca algo forzado, pero poco a poco se automatizará el proceso. No hay que olvidar que es recomendable acompañar estos ejercicios con terapia de pareja cuando el asunto es más complicado.
Reconoce y agradece las conductas de tu pareja, practicad la reciprocidad positiva, gratificaos mutuamente y veréis como recuperáis la magia de la relación.